Artritis y osteoporosis con Chi kung I

Tortuga
Una alternativa que sigue demostrando su efectividad.
Aunque los términos de reuma, artritis o poliartritis, artrosis, gota, osteoporosis… reúnen a más de 300 enfermedades, si podemos decir que todas ellas tienen un punto en común, los huesos y las articulaciones. Y Según la Medicina Tradicional China múltiples síndromes y estancamientos pueden provocarlas pero también hay un elemento común a todas ellas y está en el canal de riñón.
También hay puntos de encuentro en las dos tradiciones médicas (la Occidental y la Tradicional China) a la hora de aconsejar a las personas que padecen alguna de estas enfermedades. Es la alimentación sana y el ejercicio.
Es fundamental recordar que si hacemos vida sedentaria o ejercicio sin control y excesivo en tiempo y esfuerzo llegaría a ser más perjudicial que beneficioso. Chi Kung se propone como una formula muy estudiada y abalada que no solo hace mejorar a nivel de calidad de vida eliminando los dolores, según últimos trabajos y estudios se ha visto notables mejorías en estas enfermedades de poliartrosis y osteoporosis con determinados ejercicios que trabajan precisamente para corregir el desequilibrio energético.
Uno de los ejercicios que más beneficio nos va a aportar si lo practicamos con constancia y del que se han referido en sus practicantes reversión de la enfermedad y curaciones en muchos casos, es una postura estática o forma de caminar que en el estilo de Chi Kung de Wu Dang llamamos “La tortuga ingiere la energía yang”.
Realizaremos todo el ejercicio con la respiración que se llama invertida, es decir inspirando en la parte alta, con el tórax o zona pectoral, tensando los abdominales sin dejar que se expandan al inspirar y con el perineo contraído y relajando toda la musculatura en la espiración.Partimos de la posición de reposo (Wu Ji),
En la inspiración el cuerpo gira unos 45º mientras las manos y los brazos abren hasta la altura de los hombros.
Durante esta apertura, conscientes de este movimiento, llevamos la atención a las yemas de los dedos pasando progresivamente de los dedos meñiques hasta los pulgares al final del movimiento.
En la espiración avanzamos en la dirección de 45º un paso con el pie del lado que hemos girado.
El brazo de ese lado se adelanta colocándose delante de la vista, el codo un poco doblado y los dedos hacia arriba.
El brazo contrario un poco más doblado deja la palma de la mano hacia el corazón, a esa altura, el dedo meñique frente al cetro del pecho y cerca del codo del otro brazo.
Se va a una posición de reposo en la que se carga aproximadamente el 60% del peso del cuerpo sobre la pierna de atrás. Doblando la rodilla un poco, la intención es como si nos quisiéramos sentar sobre el tobillo de la pierna atrasada.
En esta postura se puede permanecer de una a tres respiraciones haciéndolas cada vez más largas y reposadas, sin llegar a forzar nunca. La intención es como si abrazáramos el sol y nos cargamos de su energía.
En la siguiente inspiración abrir nuevamente los brazos y avanzar juntado los pies y mirando al frente.
En la espiración siguiente avanzar la otra pierna 45º hacia el otro lado, cambiando los brazos.
Cinco, diez, o mejor, quince minutos al día de práctica nos permitirá recuperar niveles de bienestar rápidamente y en pocos meses notaremos la diferencia.
Andrés Huerta
Qué bonita presentación ¡¡¡¡